El objetivo de una estrategia de resiliencia cibernética efectiva es garantizar que las operaciones comerciales de una empresa permanezcan seguras en caso de ataques cibernéticos o pérdida de datos. El concepto incluye seguridad, infraestructura de TI, procesos comerciales y continuidad.
La resiliencia cibernética es, por lo tanto, una medida preventiva para contrarrestar de manera integral los efectos del malware, las amenazas internas, el error humano y las fallas de software y hardware.
Cómo funciona la resiliencia cibernética: los cuatro componentes principales
1. Protección contra amenazas: medidas contra ataques de malware y violaciones de datos
A medida que avanza la tecnología, también lo hace la cantidad de ciberataques sofisticados. Ya sean virus, gusanos, bots, troyanos o keyloggers, las formas comunes de malware no solo tienen un alto potencial de daño, sino que también son extremadamente versátiles. Muchas cepas de malware hoy en día tienen capacidades polimórficas para derrotar a las soluciones AV tradicionales. Al cambiar las características, las soluciones de seguridad basadas en firmas no reconocen el archivo como malicioso.
Por lo tanto, es importante ir más allá del simple software antispam y antivirus e incorporar mecanismos de autenticación de DNS en el entorno. Además, las soluciones de detección y respuesta de puntos finales (EDR) permiten, por ejemplo, monitorear eventos de puntos finales y de red y registrar la información recopilada en una base de datos central para su análisis posterior. Mediante el análisis de comportamiento basado en el aprendizaje automático, los datos se examinan en busca de anomalías, como procesos poco frecuentes, conexiones inusuales o desconocidas y otras actividades sospechosas. Este proceso se puede automatizar, con anomalías que activan alertas para una acción inmediata o una investigación adicional.
Además, las soluciones de seguridad de datos como Data Loss Prevention (DLP) garantizan que la información confidencial no sea mal utilizada o accedida por usuarios no autorizados, ya sea por atacantes externos o personas internas maliciosas que roben datos por motivos financieros o personales o que los manipulen o eliminen como un acto de sabotaje. Las herramientas DLP clasifican datos confidenciales y críticos para el negocio e identifican violaciones de políticas definidas por la empresa o basadas en regulaciones legales como el RGPD.
2. Recuperabilidad: plan de respaldo y recuperación ante desastres
La recuperación ante desastres permite a las organizaciones volver rápidamente a la función comercial normal después de un ataque. Por ejemplo, si un ataque de ransomware sofisticado cifra datos críticos para la empresa, incluso si se paga el rescate, no se garantiza la recuperación de datos. Por lo tanto, se deben realizar copias de seguridad periódicas y exhaustivas en una red separada, con la que se puedan recuperar todos los datos perdidos.
Además, de manera similar a un simulacro de incendio, simular una sesión de capacitación sobre violación de datos ayuda a desarrollar la resiliencia cibernética. Esto debe cubrir todos los pasos que toma la organización en caso de un incidente de seguridad, desde cómo el equipo de TI escala el incidente hasta la comunicación con los clientes y la notificación a las fuerzas del orden.
3. Adaptabilidad
Dado que los ciberdelincuentes están constantemente desarrollando nuevos métodos para evadir la detección mediante medidas de seguridad, es importante que la infraestructura de toda la empresa pueda adaptarse y evolucionar para estar preparada para futuras amenazas. El equipo de seguridad debe ser capaz de detectar una brecha de seguridad y responder rápidamente para evitar ataques. También debe haber un seguimiento de administrador incorporado para identificar a los usuarios infectados o vulnerables. La adaptabilidad es un componente clave de la resiliencia cibernética. Cuando el equipo de seguridad tiene actividades de concientización regulares, como capacitación de usuarios, detección efectiva de amenazas y automatización integrada para eliminar amenazas, una organización está un gran paso más cerca de un marco de resiliencia cibernética eficiente.
4. Longevidad
La longevidad de la resiliencia cibernética de toda la empresa no solo está determinada por el entorno de TI, sino también por la capacidad de la empresa para continuar operando con éxito después de un ataque cibernético. Por lo tanto, el componente de durabilidad de la resiliencia cibernética se optimiza a través de actualizaciones periódicas y mejoras del sistema por parte del equipo de TI.
Ya sean ataques cibernéticos por parte de atacantes externos, sabotaje y robo de datos por parte de personas internas, errores humanos o software inseguro y hardware defectuoso, las consecuencias de estas amenazas pueden ser de gran alcance para la continuidad del negocio. Por lo tanto, las empresas deben priorizar la integración de las operaciones comerciales con la seguridad de TI como parte de una estrategia efectiva de resiliencia cibernética.
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